La logística milk run es un método de transporte que optimiza la recolección y entrega de mercancías desde múltiples proveedores hacia un destino común. Su nombre proviene de las rutas de reparto de leche del siglo XX, en las que los lecheros seguían recorridos predefinidos para entregar leche y recoger botellas vacías, lo que permitía aprovechar al máximo cada viaje. Hoy, esta estrategia no solo busca reducir costos y tiempos, sino que también se complementa con monitoreo activo, permitiendo a las empresas supervisar en tiempo real la ubicación de los vehículos y garantizar la puntualidad de las entregas.
¿Cómo funciona la estrategia milk run en la cadena de suministro?
La estrategia milk run rompe con el modelo tradicional de envíos independientes entre proveedor y cliente. En su lugar, propone una red de transporte planificada y cíclica que conecta varios puntos de carga con un único punto de descarga.
El funcionamiento general sigue estos pasos:
- Planificación de rutas. Se define el recorrido que el vehículo realizará, determinando las paradas de carga y descarga, los tiempos estimados y la frecuencia del recorrido.
- Asignación de vehículos. Se designa un camión (o tren logístico en el caso de rutas internas) que realizará la recolección y entrega de materiales.
- Recogida de materiales. El vehículo visita a los proveedores en un orden establecido, recogiendo pequeñas cantidades de mercancía en cada parada.
- Consolidación de carga. Una vez completada la ruta, las mercancías se entregan en el centro de producción o almacén principal.
- Ciclo continuo. La ruta se repite de forma periódica (diaria, semanal o según la demanda), garantizando un suministro estable.
Asimismo, este modelo puede aplicarse de dos maneras:
- Externo. El vehículo recorre diferentes almacenes o proveedores para abastecer una planta de producción.
- Interno. El vehículo se desplaza dentro de un mismo complejo logístico, suministrando materiales a distintas líneas de trabajo.
Un ejemplo es el de un fabricante de automóviles que necesita un flujo constante de componentes como motores, neumáticos y sistemas eléctricos. En un modelo tradicional, cada proveedor enviaría sus productos por separado, generando múltiples entregas y costos elevados. En cambio, con el milk run, un solo camión sigue una ruta predeterminada para recoger las piezas de todos los proveedores y entregarlas juntas en la planta de ensamblaje. De esta forma, se reducen los viajes, se mejora la puntualidad y se mantiene una producción continua.
Para comprender mejor la diferencia entre este modelo y la logística tradicional, observemos la siguiente tabla comparativa:
| Aspecto | Logística convencional | Milk run |
| Número de viajes | Múltiples, uno por proveedor | Un solo recorrido consolidado |
| Costos de transporte | Elevados por viajes fragmentados | Reducidos por optimización de rutas |
| Gestión de inventarios | Exceso de stock para evitar faltantes | Ajuste just-in-time |
| Impacto ambiental | Alta huella de carbono | Menor emisión por menos desplazamientos |
| Flexibilidad ante imprevistos | Alta pero costosa | Moderada, depende de planificación precisa |
| Visibilidad de la cadena | Limitada | Alta con tecnologías de monitoreo |
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Ventajas y desafíos de este modelo
La adopción de la logística milk run ofrece ventajas significativas para empresas que buscan optimizar su cadena de suministro, como lo son las siguientes:
- Reducción de costos operativos. Al consolidar los envíos y eliminar los trayectos innecesarios, se aprovecha mejor la capacidad de los vehículos y se reducen gastos de combustible y mantenimiento.
- Mayor eficiencia operativa. El flujo continuo de materiales evita interrupciones en las líneas de producción. Este punto es especialmente relevante para industrias como la automotriz, la electrónica o la farmacéutica, donde cada minuto cuenta.
- Sostenibilidad. Menos recorridos significa menos emisiones contaminantes y una menor huella de carbono.
- Optimización del inventario. Este modelo favorece estrategias lean y just-in-time, enviando solo lo necesario y reduciendo el espacio de almacenamiento.
- Control y visibilidad. El uso de herramientas digitales y monitoreo en tiempo real permite detectar retrasos, desviaciones o problemas de calidad durante el trayecto.
Sin embargo, este modelo también presenta una serie de desafíos, entre los que podemos destacar los siguientes:
- Planificación compleja. Requiere diseñar rutas eficientes que equilibren tiempos, distancias y capacidad de carga.
- Alta dependencia de la puntualidad de los proveedores. Un retraso en una parada puede afectar a toda la cadena.
- Menor flexibilidad ante imprevistos. Al tratarse de rutas fijas, los cambios de última hora pueden ser difíciles de incorporar.
- Necesidad de tecnología y sincronización. Sin herramientas de seguimiento o software logístico, la operación puede perder precisión y generar cuellos de botella.
Aplicaciones comunes
El milk run se ha extendido a diferentes sectores industriales por su capacidad de adaptarse a contextos de alta rotación y demanda constante. Algunos ejemplos incluyen:
- Industria automotriz, para el suministro continuo de piezas y componentes a las líneas de ensamblaje.
- Manufactura electrónica, en la recolección de microcomponentes de distintos proveedores hacia un punto de ensamblaje central.
- Centros de distribución y retail, para mover mercancías entre almacenes regionales y tiendas, optimizando la frecuencia de entrega.
Por ejemplo, una empresa fabricante de electrodomésticos podría implementar una ruta de este tipo que recoja carcasas, motores y cables de distintos proveedores del mismo parque industrial. En lugar de tres camiones distintos, uno solo consolidaría los productos y los entregaría en la planta de ensamblaje, reduciendo tiempos y costos logísticos. En cada uno de estos casos, la clave del éxito radica en la sincronización perfecta entre proveedores, transportistas y centros de producción.
En conclusión, el milk run es un método de eficiencia logística que busca reducir desperdicios, optimizar tiempos y conectar de forma inteligente los distintos eslabones de la cadena de suministro. Inspirado en una práctica centenaria, este modelo se ha adaptado a la era digital, impulsado por tecnologías de planificación avanzada y monitoreo en tiempo real.
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Fuente: AR Racking